En un escenario donde se prevé conflictividad gremial por salarios, un informe analizó qué jurisdicciones proyectaron la cantidad de jornadas fijadas por el CFE
Sólo cinco provincias planificaron 190 días de clase en las escuelas primarias en 2024, según lo acordado en el Consejo Federal de Educación (CFE): Corrientes (192), la ciudad de Buenos Aires (190), Entre Ríos (190), Misiones (190) y Salta (190). En las otras 19 jurisdicciones no se cumplirá con la resolución dispuesta por el CFE.
Los datos surgen del informe “Calendarios escolares 2024”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Gustavo Zorzoli (educador y ex rector del Colegio Nacional Buenos Aires), Martín Nistal y Leyre Sáenz Guillén (Observatorio de Argentinos por la Educación). El documento releva los días de clase programados oficialmente por los ministerios provinciales y no su cumplimiento efectivo, que puede verse afectado por paros, problemas de infraestructura, ausencias docentes, problemas climáticos u otros factores. Los autores aclaran que en Argentina no existen datos oficiales sobre la cantidad de días efectivos de clase.
Las cifras del informe surgen de contabilizar la cantidad de días de clase previstos de acuerdo con el inicio y finalización del ciclo lectivo en cada provincia. De ese total se restaron los feriados nacionales y provinciales, el receso invernal y, en un segundo escenario, se descuentan también las jornadas institucionales previstas en días lectivos.
Según el primer escenario, son siete las jurisdicciones que tienen al menos 190 días de clase: Ciudad Autónoma de Buenos Aires (193), Entre Ríos (193), Corrientes (192), Salta (191), San Luis (191), Formosa (190) y Misiones (190). Sin embargo, la lista se reduce a cinco (Corrientes, ciudad de Buenos Aires, Entre Ríos, Misiones y Salta) cuando se toman en cuenta las jornadas institucionales.
En 2024, los calendarios de todas las provincias cumplen con el piso legal de 180 días y se planificaron, en promedio, 187 días de clase en el país. La cifra creció desde el año 2020 (primera vez que Argentinos por la Educación realizó un informe de calendarios escolares), cuando el promedio nacional había sido de 178 días previstos en los calendarios escolares.
La normativa del Consejo Federal de Educación establece un piso de 190 días de clase, por encima de la Ley 25.864 de 2003, que fijó un mínimo de 180 días. En 2024, al descontar los feriados nacionales y provinciales, el receso invernal y las jornadas pedagógicas (en caso de que se contemplen), las 24 jurisdicciones cumplen con los 180 días. En el primer relevamiento, realizado en 2020, solo 10 provincias alcanzaban el mínimo de 180 días.
Gustavo Zorzoli, educador y ex rector del Colegio Nacional Buenos Aires, explicó que: “El seguimiento de los calendarios de clases para la escuela primaria a lo largo de los últimos cinco años revela que, paulatinamente y con menos prisa de la que muchos quisiéramos, los gobiernos van tomando mayor conciencia de la importancia de que la cantidad de días efectivos de clases es el pilar sobre el que se puede construir una mejor educación. Si bien todos sabemos que esta es una condición necesaria -aunque no suficiente- la tendencia nacional es a la suba, salvo en el caso de la meta de los 190 días de clase que este año disminuyó en vez de ir a la alza. Todos somos en alguna medida responsables de que no se cumplan las leyes y normas educativas, pero quienes deben implementarlas no deberían transgredirlas a priori, sobre todo en un contexto en el cual se avecinan probablemente conflictos gremiales en numerosas jurisdicciones que provocarán que muchos estudiantes argentinos se vean una vez más imposibilitados de ejercer un derecho constitucional: el de educarse”.
Según Juan Manuel Fernández, director Ejecutivo de Asociación Conciencia: «En un contexto en donde las comunidades educativas se están preparando para el reinicio de un nuevo ciclo lectivo y las autoridades gubernamentales se encuentran abocadas a una nueva discusión paritaria, este informe además de oportuno, es de suma relevancia para recordar la importancia de sostener calendarios escolares con una extensión mínima de 180 días de clases. Cumplir con estos calendarios es la primera condición para asegurar una educación equitativa y de calidad. La educación, entendida como un requisito fundamental para el buen funcionamiento del sistema democrático, merece que mantengamos un debate sostenido sobre los múltiples desafíos urgentes que tiene la escuela. Entre ellos, la alfabetización, la capacitación docente y la infraestructura escolar, incluso más allá de los meses de escolaridad obligatoria y el rol de la escuela durante el período estival”.
El informe muestra una evolución positiva en el compromiso de las jurisdicciones. Creo que se podría complementar con una evaluación de la calidad de esos días de clase y con el dato de la cantidad de horas que tienen esos días en cada jurisdicción. Además, habría que relevar si efectivamente esos días se cumplen con estudiantes en las escuelas, dado que hay factores como el ausentismo estudiantil, la no cobertura de vacantes o problemas de infraestructura que hacen que muchas veces ese calendario no se cumpla”, aseguró Leticia Garziglia, licenciada en Comunicación y profesora de nivel medio
El informe señala que en Argentina no existen datos públicos sobre la cantidad de días y horas efectivas de clase que tienen los chicos. Además, no existe información pública sobre presentismo de estudiantes, docentes, cierres por problemas climáticos, edilicios, o paros docentes. “Estamos en condiciones de pasar a una etapa de análisis más fino sobre el tiempo que pasan los estudiantes en la escuela. La verdadera discusión sobre los días efectivos de clases sólo podrá darse cuando todas las provincias cuenten con sistemas de gestión educativa que indiquen alumnos nominalizados y fundamentalmente, su asistencia diaria. Luego de la pandemia, la irregularidad en la asistencia en todos los niveles obligatorios es una problemática central”, sostuvo Martín Müller, expresidente del Consejo General de Educación de Entre Ríos.
Entre otras cuestiones, Müller propone revisar el formato de las jornadas institucionales, las instancias de examen, las horas libres en la secundaria y el uso de la extensión horaria en la primaria. “El cumplimiento de la Ley 25.864 de los 180 días de clase es una buena noticia para nuestras escuelas, si bien llama la atención los tiempos que requiere la concreción de este tipo de acuerdos en el sistema educativo. El establecimiento de pautas mínimas nacionales aporta a la garantía del derecho a la educación de nuestros chicos. El rol del Estado nacional y de organismos como el Consejo Federal de Educación es fundamental para que el carácter federal de la educación no derive en inequidades entre estudiantes de distintas provincias”, afirmó Gustavo Romero, vicerrector del Colegio Nacional de Buenos Aires.
Flavio Buccino, docente y especialista en gestión educativa dijo que: “No hay, ni debe haber contradicción entre ‘más tiempo’ y ‘calidad del tiempo’ en la escuela. Es un falso dilema. Siempre es mejor que los chicos estén en la escuela y los sistemas educativos deben responder aprovechando ese tiempo de mejor manera. Pero no deberíamos mentirnos entre nosotros creyendo que sólo una mayor cantidad de tiempo nos trae indefectiblemente mejoras. También es cierto que hay países que planifican menos tiempo escolar y obtienen mejores logros. Hay que estudiar qué hacen esos países dentro y fuera del sistema educativo para que eso ocurra”.
Fuente: El territorio